Fisonomía
El Río Cruces tiene su fuente de nacimiento en la Novena Región en el valle que forman las estribaciones de los Volcanes Villarrica y Calafquén.
Con una longitud de 125Kms drena una hoya de 3.223Km2 que escurren por el llamado «Valle del Cruces» que serpentea a través de cerros y pequeños llanos en su parte alta, mientras que en su curso medio escurre entre cerros que forman la Cordillera de la Costa.
Avanzando del NE al SW. Pasa por los pueblos de Loncoche, Lanco y San José de la Mariquina.
Su ancho varía en su parte terminal entre 75 m y 3,5 km. Su principal afluente es el río Purulón a la altura de Lanco. Hacia su confluencia con el río Valdivia se suman otros afluentes, como los ríos Pichoy, Cayumapu y Chorocamayo, conformando el extenso humedal que se extiende al norte de Valdivia, que fuera declarado, en 1981, Santuario de la Naturaleza.
En su tramo medio superior este río cruza serpenteando entre bosques y pequeños valles con poco o moderado caudal de aguas transparentes y altamente oxigenadas.
En las cercanías de la ciudad de Loncoche, las aguas disminuyen su velocidad por la menor pendiente del terreno. Precisamente en este tramo, el Cruces sufre la primera agresión de la actividad humana al recibir una fuerte carga de sedimentos producto por el arrastre de la tierra que se desprende de los cerros que flanquean su cauce, como consecuencia de las faenas forestales y agrícolas.
Por una parte los desmontes de los cerros por medio del fuego, la remoción de tierra por plantaciones forestales que se ejecutan precisamente en época de invierno y posteriormente la explotación y manejo de los mismos bosques mediante la intervención de maquinaria, equipos de arrastre de troncos y paso de medios de transporte pesado rompen el suelo, provoca a su vez el arrastre de de la capa vegetal. El reemplazo de los bosques y arbustos autóctonos por especies exóticas, provoca de paso la desaparición del sotobosque que absorbe y aminora el efecto erosivo de las lluvias y provee el sustento para la biodiversidad nativa.
En segundo término, y con un impacto menor, las faenas agrícolas tradicionales también contribuyen a la erosión al remover la capa vegetal la que también es arrastrada a los cursos de agua.
Aguas abajo de Loncoche, el Río Cruces serpentea entre angostos valles en meandros producto de su encuentro con los cerros de la Cordillera de la Costa que impiden su paso al poniente que lo obligan dirigirse al sur. En este tramo medio, las profundidades del río alcanza sus puntos de profundidades máximas entre 4,0 y 12 metros según datos de la Dirección de Aguas.
En su paso por Lanco recibe las aguas de su principal afluente, el Río Purulón, el que desde su nacimiento en la precordillera ha seguido casi paralelo al Cruces. En las cercanías de la localidad de Ciruelos, los esteros Turbio y Dollinco hacen un modesto aporte a las aguas del Cruces un par de kilómetros antes de pasar frente a planta de celulosa Arauco que saca gran parte de sus aguas para retornarlas con algún grado de contaminación (la naturaleza de la misma ha sido un tema latamente discutido y difundido a nivel nacional) al mismo cauce.
A partir desde este punto, el lecho del río, la fauna bentónica, la población de peces y su variedad se ve seriamente impactada por la carga de deshechos químicos, metales pesados que ha provocado la muerte masiva de peces en sus aguas tal y como en mas de una ocasión los miembros de nuestro club lo han constatado.
Una vez que ha pasado por San José de la Mariquina a una muy baja velocidad que permite la decantación de gran parte de las partículas en suspensión pero a su vez impide la adecuada oxigenación y su recuperación, el Cruces corre en dirección sur-sureste atravesando campos de cultivos aledaños a la localidad de Pelchuquín, hasta llegar a bajíos de amplios valles, otrora fértiles «vegas» que quedaron inundados después del descenso del terreno como consecuencia del terremoto de 9,6 grados Richter -el mas grande registrado en la historia- del 22 de mayo de 1960. En este lugar, el tramo inferior, el río adopta una nueva fisonomía muy extensa dando lugar al Humedal del Santuario del Río la Naturaleza «Carlos Andwanter», con los aportes del estero El Tambillo y los ríos Pichoy, Cayumapu y Chorocamayo.
Con características de estuario, el río sigue su curso hacia el litoral hasta su encuentro con el Río Calle-Calle para formar en conjunto el Río Valdivia para recién llegar al mar en la Bahía de Corral.
Régimen y Caudal.
La cuenca del río Cruces es de régimen un pluvial. Este río presenta una alta variación anual de caudal, esta variación puede ser favorable porque aumenta la dilución en invierno, pero a la vez desfavorable por la cantidad de sedimentos que puede arrastrar si no existe una protección adecuada de su litoral en la época de mayor caudal.
CAUDALES MEDIOS MENSUALES, MAXIMA Y MINIMA (m3/s) PARA EL PERIODO ABRIL DE 1969 A FEBRERO DE 1999. Fuente: Dirección General de Aguas, estación Rucaco en el Río Cruces
Mes | Promedio | Máximo | Mínimo |
Enero | 23.2 | 54.6 | 8.5 |
Febrero | 26.7 | 32.4 | 7.1 |
Marzo | 15.2 | 24.1 | 9.2 |
Abril | 27.0 | 69.1 | 7.9 |
Mayo | 94.7 | 293.0 | 12.8 |
Junio | 171.0 | 277.0 | 39.6 |
Julio | 214.0 | 382.0 | 57.8 |
Agosto | 178.0 | 359.0 | 102.0 |
Septiembre | 118.7 | 199.0 | 56.9 |
Octubre | 91.6 | 191.0 | 30.7 |
Noviembre | 57.5 | 105.0 | 17.5 |
Diciembre | 39.1 | 92.2 | 11.9 |
Media anual | 87.2 | 115.0 | 53.1 |
En su tramo superior (desde su nacimiento) hasta su tramo medio sus crecidas están relacionadas con la cantidad de lluvia caída lo que se refleja en sus violentas crecidas y de gran volumen que rediseña su curso en cada invierno. Su caudal medio anual es de 87,2 m3 con un máximo anual de 115m3 y una mínima anual de 53,0m3. Su peak más alto se registra en el mes de julio con 382m3 y su punto mas bajo en el mes de febrero con 7,1m3.
(Fuente: Dirección General de Aguas, estación Rucaco, registros años 1969 al 1999.)
De los peces y la pesca.
En su tramo superior y medio, la población piscícola se caracteriza por una gran variedad de especies debido a que sus riberas poseen en ciertos tramos la protección de arbustos y renovales de especies nativas las que albergan una suficiente cantidad de insectos la que a su vez sustentan una saludable población de peces.
Entre las especies presentes en el Río Cruces se encuentran la Trucha Arcoiris, Trucha Fario, Pejerrey argentino o Cauque, Percatrucha, Pejerrey Chileno, y Carpa.
Fuentes de alimento.
Las fuentes de alimentación son muy variadas y considera la escasa presencia de peces forrajeros (bagres) crustáceos (scuds, pequeños camarones y pancoras), insectos en su estado acuático (stoneflies, mayflies, caddies, midges), insectos terrestres (hormigas, langostas, escarabajos, cantabrias, cuncunas etc).
La pesca.
En el tramo alto y medio, la población de peces aunque se muestra saludable, se vé disminuida por la pesca excesiva y sin control o fiscalización alguna. Los tamaños o pesos promedio varían entre los 400 y 600 gramos. El los pocos lugares de difícil acceso o acceso restringido, alcanzan tamaños mayores evidenciando que la escasez no se debe a factores medioambientales sino a la alta presión de la pesca extractiva que incluso atrae pescadores inescrupulosos provenientes de ciudades como Villarrica y Temuco que prácticamente asaltan sus aguas amparados en la indiferencia de los organismos fiscalizadores.
El punto de inflexión de la vida en el Río Cruces lo constituye sin duda las descargas de los residuos industriales (RILES) de la planta de celulosa Arauco. Aguas abajo de los difusores se hace difícil encontrar un número significativo de peces, y es frecuente ver en sus orillas alevines muertos en aguas de olor pestilente que incluso permanece en los equipos y ropa de pesca. Recién a unos 10 a 12 kilómetros aguas abajo, y en las cercanías de la localidad de Pelchuquín vuelven a aparecer las primeras manifestaciones de especies como carpas, truchas fario y arcoiris que, obedeciendo a impulsos atávicos buscan remontar y poblar el curso de agua que se caracteriza por un lecho cubierto de sedimento de persistente y desagradable olor.
En su tramo inferior, cerca de la confluencia con el Río Calle-Calle, el río adopta características de estuario con una creciente influencia de las mareas y del agua salada coexisten especies tanto de agua dulce (carpas, pejerrey argentino y fario) como agua salobre como lisas y róbalos.
En toda la extensión del curso del Río Cruces no se ha reportado la presencia de salmones chinook o coho como ha ocurrido en aguas costeras y en ríos que vacían sus aguas en la Bahía de Corral como el San Pedro, Tornagaleones y Futa.
Sin embargo, ante la presencia de centros de cultivo en las inmediaciones de la Isla del Rey, creo finalmente, que es una cuestión de tiempo para encontrar que el río Cruces cuenta con un nuevo inquilino: el salmón.
Artículo y fotos
Luis Vásquez G.
Socio del Club de Pesca «Ríos del Sur» -Valdivia